miércoles, 10 de junio de 2009

perdiendo el miedo a la muerte

Poco a poco la rata que vive en la habitación de al lado se va acostumbrando al mundo de las cuatro ruedas, sigue pensando que están mejor suspendidas por un elevador, pero poco a poco va cogiéndole el truquillo. Esta semana la he sacado todos los días dos horas por la mañana, temprano que así duerme mejor por las noches y de hecho lo hace.
El otro día casi se lleva una farola por delante pero esta vez no grito, solo cerró sus pequeños ojos saltones, que aunque no lo parezca ya es todo un logro para ella.
. Va aprendiendo a frenar sin dejar sus incisivos en el volante y ya no sufre cuando tiene que dar marcha atrás para aparcar, lo va superando. Pero todavía no tiene muy claro que sea seguro ir por la autopista, aunque hoy se ha agarrado los bigotes y le ha pisado sin miedo, un poquito tampoco nos vamos a engañar, que carai pa eso lleva una mano al lado. Está aprendiendo que los más chungo de todo son las glorietas, ese mundo circular en el que todos tienen preferencia menos una misma, sacan lo peor de uno. Y no hablemos si para encima lo que te precede es una furgoneta de curreli, van como locos esos ratones enfundados. Es un mundo duro en el que tienes que ser mas que una rata, una rata mala.

lunes, 8 de junio de 2009

la autopista esa gran desconocida



Hoy la rata de la habitación de al lado ha conocido la “autopista” y dios mío que miedo ha pasado, se le erizaban los pelillos de la espalda al pensar en que tenía que darle mas cuerda a la manivela. Los demás ratoncitos iban como locos, ñiuum, que te paso sin señalizar, ñiuum, que te freno pa´ meterme pal carril de deceleración, ñiuum, ¡o dios mío que hace ese! Una aventura sin precedentes, la pobre rata sólo pensaba en salir de allí, que si: “cuidado, esa línea no se pisa.” “písale un poco más.” “mete quinta” y lo más chungo de todo; intentar mantenerse por el carril, mirando por los espejos, cambiando de marcha, controlando la sudoración y mantener los ojos abiertos y no gritar.
Para la rata debería de hacerse un mundo en el que pudieras llegar a todos los sitios por carreteras secundarias y a ser posible saturadas para no tener que correr. Que mal lo ha pasado la pobrecilla rata, la tengo en la jaula con cara de susto y agarrada a los barrotes.

Por lo demás ha disfrutado de sus dos horas de cochecito por la mañana, ahora le queda tranquilizarse y asumir que no van a bajar los límites de velocidad sólo por ella y que los cochecitos no van a tener siempre una mano encima por si se estrella o se pasa demasiado al carril de al lado. Poco a poco querida rata.

jueves, 4 de junio de 2009


La rata que vive en la habitación de al lado ayer se despertó un poco triste, no tenía ganas de correr en su ruedecilla ni de jartarse a pipas. La noté un poco… como decirlo ¿desanimada? No se si esa es la palabra, lo que se es que no quería salir de su bolita de algodón, se pasó toda la mañana envuelta en ella, incluso cuando le llevé su cochecito no mostró tanta energía como otros días, estaba nerviosa y miedosa a la vez. Decidí sacarla por el centro de la ciudad para que corriese por las calles y sintió miedo.

El verano ya casi a llegado y ya no le gusta mirarse al espejo, no quiere que llegue el sol y por supuesto me ruega que no la lleve a la playa, no se.

Esta noche no paró de dar vueltas en su rueda y casi no pegó ojo pero al ver la lluvia caer por la mañana parecía sentirse más aliviada, como si tuviera más días por delante. Se ha pasado la mañana organizando su nidito y mirando a través de los barrotes, está esperando, pero no se el que.

martes, 2 de junio de 2009

segundo día en el mundo, wé


Hoy la rata que vive en la habitación de al lado se ha levantado con ganas de escribir dos palabras en su diminuta hoja de papel y sorprendida me ha dejado de las palabras que ha escrito, sonreír y disfrutar.

La rata hoy esta contenta e inquieta, esta deseando aprender y deleitarse con las cosas que tiene la vida exterior. Debe de ser el sol que le alegra pues le hace brillar el pelaje o la comida que le he dado ayer, pero esta contenta, aun nerviosa pero contenta, que leches, que es lo importante. Tiene ganas de que le deje darse una vuelta en su cochecito de juguete, pero ya le he dicho que poco a poco no valla a ser… que igual un día me roba las llaves y se me marcha por su cuenta. No había aprendido hasta ayer la libertad que pueden dar cuatro ruedas y una manivela para darle cuerda, le supo a poco pero ya habrá más cuerda que dar. Hoy la saqué un poquito más, y dios, no te puedes imaginar la carita que ponía la ratita ansiosa, se la veía feliz los carrillos mas sonrojados que jamás he visto. Quería gritar, quería bailar, quería… que no acabase. La miraba y me transmitía que tenía ganas de vivir, de salir de aquel agujero al que llamaba hogar, quiere… tantas cosas la rata que no sabe ni por donde empezar.

Estoy contenta por ella porque ya desde muy temprano ha cumplido con sus palabras y hacía muuuuxo que no lo hacía, por no poder o no querer, pero lo importante es que lo ha conseguido, hoy puede sentirse orgullosa la ratita porque HOY lo ha CONSEGUIDO. Y espero que día a día lo vaya consiguiendo hasta llegar al final. Pues todo camino empieza por un pequeño pasito.


lunes, 1 de junio de 2009

es el primer día en este extraño mundo

Ante todo buenas tardes, no se que decir en un momento como este, pero si se que me enseñaron que lo primero al llegar a un sitio es saludar, luego... BUEN DÍA.
Me he decidido a crear un "blog" de estos, que ni siquiera se que es, porque tengo ganas de expresarme y mis bolis se han quedado sin tinta y las hojas siempre se rompen o cojen polvo en un cajón y quise probar la experiencia de verme sola frente al mundo. Contaré cosas no interesantes, ya lo aviso, no quiero engañar a nadie pero para mi espero que me sirva de terapia. Todavía no se como va a ser, cada cuánto voy a escribir y lo más importante, casi ni el por qué. Pero bueno vamos allá.

La rata que vive en la habitación de al lado, a estado viviendo cosas nuevas para ella y esta un poco estresada en su ruedecilla, no para de dar vueltas y parece que no sa cansa y cuando le dejas la puerta abierta asoma el focico pero no se atreve a salir, vuelve a entrar dentro y sigue dando vueltas en su diminuta rueda, la pobre la tiene ya un poco desgastadita pero no la puede cambiar y en el fondo debe ser porque no quiere. Pensé en poner una planta más porque siempre ha tenido la ilusión de subir una escalera para dormir o ver las estrellas desde lo alto, pero eso todavía no ha llegado y la ratita se desespera. Hoy a salido a dar una vuelta, la metí en un coche de juguete y tengo la sensación de que le ha encantado, de que desde hacía mucho tiempo no se sentia tan libre, lo que me hace pensar que se puso feliz. La rata quiere un cambio y no sabe ni cuando ni por donde va a venir. Ahora esta cansada y no sabe que decir, me mira como diciendo que qué hace ella allí. Poco a poco ira saliendo de su agujero y nos dirá lo que siente o como le gustaría sentir.
Por ahora esto es asi, la rata se echo a dormir.